Este circuito rodea la ciudad de salta, realizando la llamada vuelta a los Valles, un paseo que incluye diferentes pueblos característicos de la zona, cada uno con paisajes e historias diferentes.
Los primeros destinos son Cerrillos, La Merced, El Carril y Coronel Moldes, donde se encuentra el Dique Cabra Corral, un espejo de agua de 127 km2 (el segundo más importante de Argentina), donde se pueden practicar deportes acuáticos, como navegación a vela, ski acuático, y paseos en catamarán y motos de agua. También se pueden realizar deportes extremos como bungee jumping, tirolesa, puenting y rafting (aún más impactante si lo hacés a la luz de la luna).
La zona también permite la exploración de cuevas con pinturas rupestres, cabalgatas y recorridos de trekking.
La pesca es otro de los deportes destacados de la zona, donde se pueden encontrar pejerreyes, bogas, bagres y sábalos.
El paseo continúa en el pueblo de La Viña, donde los jesuitas cultivaron los primeros viñedos de la zona; el paraje de Alemanía, una antigua estación de tren desde la cual se puede acceder a un salta natural de más de cinco metros de altura; y la Quebrada de Las Conchas, que cuenta con un recorrido de 83 km donde la erosión eólica e hídrica generaron caprichosas formas en las montañas color terracota.
Atravesando los Medanos, se llega a la localidad de Cafayate, la Ciudad del Sol. Cafayate es un gran centro turístico, con amplia variedad de hospedajes, desde hostels hasta hoteles cinco estrellas y hoteles boutique.
Mundialmente famosa por sus vinos –especialmente el torrontés-, Cafayate ofrece visitas a las bodegas más tradicionales de la zona, junto con la Ruina de Quilmes, pinturas rupestres, paseos de artesanos y el Museo Regional y Arqueológico Rodolfo Bravo.
Todos los meses de Febrero, Cafayate es el destino elegido por miles de turistas amantes de la música folclórica argentina. La Serenata a Cafayate, convoca cada año a los artistas más importantes del folklore para rendir homenaje a la ciudad.
Luego de pasar por la localidad de San Carlos llegamos al pueblo de Angastaco, portal de acceso a la mítica Quebrada de las Flechas. Por este camino se llega a Molinos, donde se destaca la Iglesia Parroquial construida en 1639, donde reposan los restos momificados del último gobernador realista, Don Nicolás Severo de Isasmendi. Frente a ella, se encuentra su hacienda, actualmente, Hostería de Molinos.
A 42 km se halla la Laguna de Brealito, un lugar apto para la pesca del pejerrey y para realizar campamentos.
Cachi es el próximo gran destino en la vuelta a los Valles. Pueblo preexistente a la dominación española, Cachi conserva viejas casonas sobre calles estrechas. Se puede visitar la Iglesia Parroquial del Siglo XVIII y el Museo Antropológico, además de realizar excursiones a Cachi adentro, para encontrar paisajes hermosos y arroyos torrentosos, cera a los parajes Las Pailas y La Paya donde aún existen restos de civilizaciones precolombinas.
Retornando a Salta Capital, cruzamos por la renombrada Recta de Tintín, recta de 12 km trazada a unos tres mil metros de altura, en época incaica.
Siguiendo el camino, empezamos a descender la Cuesta del Obispo, un camino sinuoso de 62 km a través de la cual se pueden apreciar panoramas diversos de impresionante belleza, que encuentra su punto más alto en la piedra del molino, a 3348 msnm. A un costado de la Cuesta del Obispo está el Valle Encantado, donde se recuestan los cóndores para aparearse.
En el tramo final del circuito recorremos la zona tabacalera de la provincia, uno de los principales recursos del norte argentino.
Se recomienda realizar este recorrido en tres días para poder apreciar de manera profunda la belleza de cada pueblo, practicar algunas de las actividades de la zona y conocer las historias que cada lugar tiene para ofrecer.
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Ministerio de Turismo de la Provincia de Salta
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